Pico Jario
El Pico Jario se situa en el extremo Oeste del Macizo Occidental de Picos de Europa, un poco separado del resto del Macizo por las grandes praderas y bosques de Vegabaño. Por su lado Oeste hay una profunda garganta o desfiladero (Los Beyos) por donde discurre el río Sella, al otro lado del cual se levantan un mar de montañas y Picos englobados en la Cordillera Cantábrica, corresponden a los Parques Naturales de Ponga y Redes, ambos en Asturias.
Su situación es por tanto aislada del resto de cumbres y en medio de todas ellas, lo que le constituye en un extraordinario mirador del resto de cumbres, tanto del Macizo Occidental de Picos de Europa como de las montañas de Ponga y Redes.
No acaban aqui sus cualidades para convertirlo en un destino obligado, una cumbre que no hay que perderse y si es posible subirla en diversas estaciones del año. El Pico Jario se situa en la zona de Sajambre (León) que es un paraiso de bosques, la parte baja de su ruta obliga a atravesar bosques de una belleza sublime, que haran nuestras delicias en otoño, pero que no son menos impresionantes en invierno cuando han perdido todas sus hojas y podemos observar sus troncos y ramas recubiertas de musgo y liquenes.
En verano su ascensión es una ruta sencilla, desde Soto de Sajambre su ruta supone un desnivel acumulado de subida de casi 1.100m y un recorrido de ida y vuelta de unos 13Km, siempre por pistas o senderos que no presentan ningún problema. El recorrido se puede partir en dos, casi a mitad de camino tenemos el refugio de Vegabaño situado en una paraje que merece muchos calificativos: bello, acogedor, entrañable ….
Haciendo noche en Vegabaño la ruta se convierte en algo muy asequible para ir con la familia y con niños. Las imagenes de todo el recorrido, del refugio y desde su cumbre impresionaran y seguro quedaran grabadas para siempre en la cabeza y en el corazón.
En invierno la cosa cambia. Hasta el Refugio de Vegabaño (699 63 32 44) es una excursión muy asequible con raquetas, un paseo de belleza extraordinaria, con unas vistas de las cumbres de Picos que alucinaremos, todas ellas cargadas de nieve. El recorrido del bosque no nos dejara tampoco indiferentes. Desde el refugio se pueden hacer muchos paseos sencillos con las raquetas.
En invierno conviene cercionarse si esta abierto el refugio llamando al 699 63 32 44, por otra parte hacer una excursión de día hasta Vegabaño y bajar en el día es sencillo y nos dejara con muy buen sabor de boca, un recorrido delicioso con raquetas.
Si deseamos continuar en invierno hasta su cumbre ya es optra cuestión. Con raquetas es incómodo aunque perfectamente factible, hay mucha media ladera que no es el terreno más adecuado para las raquetas. Las pendientes últimas tanto para llegar al collado anterior a la cumbre como a la misma cumbre son fuertes. Habrá que llevar piolet y crampones además de las raquetas.
Otra cosa es subir con esquis, estos se comportan perfectamente en media ladera, eso si, hay que atravesar bosques, por tanto a la bajada hay que saber esquiar minimamente para irlos evitando sino nos queremos comer todo el bosque.
Descripción de la ruta
Si se entra desde Asturias por el Desfiladero de los Beyos, una vez pasado el pueblo de Ribota, nos encontramos, 2 Km. más arriba y justo antes de una cerrada curva hacia la derecha, la desviación hacia Soto de Sajambre. Los que proceden de León, por el Puerto del Pontón, deberán de pasar Oseja de Sajambre, unos 300 metros, para coger esta desviación. La carretera que conduce a Soto de Sajambre es bastante estrecha y sinuosa por lo que conviene circular con bastante precaución.
Dos kilómetros más arriba, antes de pasar un pequeño túnel, hay un precioso mirador en el lado izquierdo. Merece la pena parar para visualizar a nuestros pies el pueblo de Ribota y el Sella, y enfrente la impresionante mole del Pico Niajo.
Dejamos el mirador y en cinco minutos estaremos en el pueblo de Soto de Sajambre cuya altitud es de 925 m. Es un pueblo precioso, con casas centenarias de piedra, muchas de ellas, afortunadamente, reconstruídas. A la entrada del pueblo, y en el margen derecho, hay un pequeño aparcamiento de tierra. Podemos dejar aquí el coche o bien continuar por la seseante carretera que lo atraviesa hasta el final donde encontraremos otro pequeño aparcamiento.
Preparamos las mochilas y cogemos agua en la fuente que hay en un lateral de la última casa, a la izquierda. Aquí empieza la ruta. El camino, con dirección noreste es evidente y va ganando altura suavemente. No tiene pérdida. A los diez minutos de haber iniciado la marcha tendremos que cruzar, saltando piedras, el pequeño río que baja de los valles superiores y seguir, hacia la derecha, por un camino ascendente, con dirección este, que discurre por un precioso y tupido bosque de hayas. Aquí la subida se hace un poco más fuerte, pero no tiene ningún problema. Con un poco de suerte, y si no hacemos mucho ruido, podremos visualizar algunos venados. A nuestras espaldas observaremos el murallón de Peña Beza.
El camino nos llevará hasta una pista, más llana, y pasaremos una portilla de madera que dejaremos siempre cerrada para evitar que salga el ganado que se encuentra en la zona. Después de un suave kilómetro habremos alcanzado la vega, la Vega Abaño, o sea Vegabaño.
Vegabaño está situada a 1.320 metros de altitud. Hay varias cabañas de piedra distribuidas aleatoriamente por la vega. Pero lo que más nos llamará la atención será la impresionante vista que tenemos del Macizo Occidental de los Picos de Europa: Los Moledizos, la Peña Santa, el Torco, La Cabra Blanca, … etc., etc. nos dejarán boquiabiertos.
Atravesamos la vega trazando una ligera diagonal hacia la derecha, hasta alcanzar la última cabaña. Es el Refugio. Allí nos encontraremos a Julián y a Nuria, los guardas. Podemos tomar un exquisito café de “puchero” que nos animará para continuar la ruta.
Dejamos el refugio por su parte posterior y cruzamos el pequeño regato que procede del hayedo, el río Truégano. Volvemos a meternos nuevamente en el hayedo, en dirección sur, y acometemos una ascensión por un camino serpenteante y bastante cómodo que nos llevará a las praderas superiores. Nada más salir del hayedo encontraremos una pequeña cabaña de piedra.
Desde aquí se ve perfectamente, en nuestro frente-derecha, el collado al que tenemos que subir y la cresta que lleva finalmente a la cumbre en sentido derecha-izquierda. A la derecha de este collado se encuentra el pico Neón, de 1.789 metros de altitud.
Continuamos en dirección a dicho collado atravesando las praderías. Una vez alcanzado el mismo podemos hacer un alto para visualizar la gran cantidad de cumbres que tenemos a nuestro alrededor y, a nuestros pies, el pueblo de Oseja de Sajambre y el Sella.
Finalmente solo nos queda continuar, hacia la izquierda, siguiendo el borde de la arista que conduce a la cima. En ella encontraremos el Buzón de Cumbre, a 1.913 metros, donde podemos dejar nuestro mensaje o nuestra constancia. Hemos salvado 988 metros de desnivel. No pueden faltar unas cuantas fotos con diferentes fondos como el grupo que forman los Moledizos, la Bermeja y Collado Verde, la Canal del Perro, o el impresionante murallón de Peña Santa de Castilla, la Forcadona, el Torco, los picos de la Cabra Blanca y el Diente, la canal de Carombo, Peña Beza … etc., etc.
El regreso lo ralizaremos por el mismo recorrido de ascensión