La Casuca del Esbardu
Construido inicialmente hace más de 100 años ha sido restaurado manteniendo el encanto arquitectónico y el aire que se quiso dar en aquel entonces. Al entrar huele a madera, de roble y de castaño, sus techos, puertas, ventanas y la escalera que nos lleva a la primera planta están hechas de madera noble, talladas por las manos de un joven carpintero de la zona.
Es la unión de varias edificaciones, la cuadra, el malacate, la panadería, el garaje y la taberna, edificios que hoy en día, los que la vieron en sus inicios diferencian cuando atraviesan sus puertas.
El entorno del hotel cuenta con un bosque de eucaliptus, robles, encinas y hasta una palmera traída por los indianos, emigrantes asturianos a América central y del sur que cuando volvieron trajeron como recuerdo de sus esfuerzos en tierras lejanas.
Pegado al hotel encontramos un lavadero en el que los más ancianos del lugar nos cuentan que se bañaban cuando el agua no llegaba a sus casas, y en el que los paseantes, en días de calor pasan a refrescarse con el agua que baja por la ladera del monte.
No podemos olvidarnos de la bolera que tenemos delante del hotel, bolera tradicional Asturiana, considerada monumento artístico Asturiano por su antigüedad, en la que se han disputado intensas partidas de bolo asturiano, y que hemos mantenido para que todo aquel que venga a visitarnos pueda disfrutarla.