Los 13 Del Sidrón
Seis años después del descubrimiento en 1994 de dos mandíbulas por cuatro espeleólogos gijoneses, comenzó una investigación que ha supuesto un antes y un después en nuestro conocimiento sobre Homo neanderthalensis en la península ibérica.
De momento, hemos exhumado en el Sidrón más de 2100 restos óseos de esa especie y unos 300 artefactos líticos que conforman una singular colección tras quedar atrapados, después de una gran tormenta, en el interior de un peculiar sistema kárstico formado entre dos litologías diferentes: conglomerados y areniscas neógenas. Hemos denominado a ese lugar como la galería del Osario. Después, un cúmulo de circunstancias muy favorables ha permitido su extraordinaria conservación, porque enseguida quedaron cubiertos por sedimento y no fueron alterados por la acción de los carnívoros, roedores u otros agentes; e immediatamente comenzaron a fosilizarse.
En 1999 se formó un amplio elenco de investigadores de disciplinas y técnicas analíticas diferentes para llevar a cabo el estudio y la interpretación del registro arqueológico y antropológico que ha aparecido desde la primera campaña arqueológica en el año 2000.
Así, desde diferentes perspectivas hemos ido contestando una serie de preguntas que nos hicimos al comienzo: ¿cómo llegaron los restos a la Galeria del Osario?; ¿qué cronología tienen?; ¿cuales son las características de los fósiles humanos, desde todos los puntos de vista posibles?; y ¿qué relación hay entre esos fósiles y los artefactos asociados a ellos?
La exposición Los 13 del El Sidrón desgrana los resultados obtenidos que, a veces, ha sido complicado visualizar. Pese a ello hoy podemos avanzar un escenario coherente con el material que ha ido surgiendo. De un húmero de aquí, de una cráneo de acá, de un molar de allá, hemos podido establecer que eran trece individuos, sus edades, que usaban palillos y, en muchos casos, incluso su sexo.
Sabemos que uno de ellos tuvo un potente dolor de boca; una mujer madura era pelirroja; otro tenía el grupo sanguíneo 0; eran las mujers neandertales las que se desplazaban y cambiaban de grupo; y, de momento, los neandertalesy nosotros, los sapiens, solo nos diferenciamos en unos ochenta y tres genes. También hemos descubierto que unos neandertales tomaron unos cantos de silex del entorno, los manipularon y con ellos procesaron los cadáveres cuyos restos hemos localizado.
En definitiva, tras varios años de estudio empezamos a vislumbrar una imagen cuya característica más sorprendenmte es la proximidad entre elllos, los neandertales, y nosotros, los sapiens.
La muestra ‘Los 13 del Sidrón’ se puso en marcha por primera vez en el Museo Arqueológico de Asturias, trasladándose posteriormente al Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, en Ribadesella, la Facultad de filosofía y Letras de Oviedo, el Museo de Altamira, en Cantabria y en el de la Universidad de Alicante.
Durante este recorrido, la exposición ya suma más de 88.000 visitantes que han tenido la oportunidad de conocer, a través de los propios fósiles, cómo eran los neandertales.
La muestra, supervisada por el investigador, Marco de la Rasilla, contará con diferentes elementos expositivos y paneles informativos, además de reproducciones líticas y óseas, así como proyecciones audiovisuales.
Entre los contenidos de la exposición hay un panel que refleja el esqueleto de varios de los individuos localizados en la cueva, con el objetivo de mostrar la altura que tenían estos antiguos pobladores de la zona. En esta parte se destaca que la estatura y el patrón corporal de los neandetales del Sidrón «se ha estudiado mediante el tamaño de los huesos del brazo: el húmero y el cúbito». Otros paneles informan sobre aspectos muy debatidos entorno a estos homínidos, como es el del canibalismo o la utilización de herramientas. Tampoco faltan imágenes centradas en algunos aspectos de las diferentes campañas de excavación desarrolladas en la cueva.